UNIDAD 3: LA GESTIÓN DEL AULA DE ELE EN ENTORNOS PRESENCIALES


LA GESTIÓN DEL AULA DE ELE EN ENTORNOS PRESENCIALES


Tenemos poca capacidad de decisión sobre gran parte de los aspectos temporales que determinan la clase de ELE. No podemos elegir horario, normalmente, tampoco la duración de la clase o su periodicidad y tendemos a creer que el tiempo es escaso para nuestros objetivos, las necesidades de los  estudiantes, el contenido del curso y otros que puedan surgir. A pesar de esta escasez de tiempo con el que percibimos la actividad docente cotidiana, hemos de ser conscientes de la forma en la que gestionamos el tiempo que tenemos con los alumnos.



Si empezamos por la puntualidad, habremos enseñado a compañeros y estudiantes el valor que  tiene en  el trabajo, y en las relaciones con los demás. Es una forma de respeto que comunica la importancia del tiempo de uno mismo y el de los otros. Ser puntual en el aula no significa ser intransigente, intolerante con los pequeños retrasos, pero servir de modelo  para personas que pueden tener otras costumbres en su cultura, siempre es importante.
Pero la gestión del tiempo en el aula es más que la puntualidad, para empezar y para acabar, las clases. Es práctica habitual en los contextos de aprendizaje donde se trabaja la expresión oral en L2, no dar tiempo al estudiante para elaborar una respuesta, para responder con cierta seguridad, para consultar una palabra o recordar algo que le permita expresar  lo que puede, pero con un poco de tiempo. Este tiempo de espera que ha de respetar el profesor y el resto de compañeros  es un factor muy importante para algunos alumnos en su aprendizaje de L2.Tal vez el tiempo de silencio en una clase de lenguas no esté bien considerado.

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